El primer contacto con la Luz Verdadera es una experiencia impactante sobretodo para aquellos cuyo campo energético esta dañado e ingresan facilmente en contacto con el astral planetario.
Cuando tenía catorce años muere mi mama a los 38 años luego de un larga enfermedad. Poco después comenzaron las voces en mi cabeza, de esas que hablan todas al mismo tiempo. Tuve la suerte de tener en ese tiempo un gran amigo que me creia y su energía me ayudaba a centrarme en el presente.
No paso mucho tiempo hasta que un día mientras me encontraba conversando con el en el jardin delantero, vi venir de la parte posterior de la casa a una mujer que entro en la casa pero no preste atención. Sin proponermelo me convenci de que era mi abuela.
Cuando mi amigo se fue, entre en la casa y la mente lógica me trajo de nuevo la entrada de la mujer por la puerta que en ese momento estaba frente a mi. Esa puerta había estado clausurada todo el día por un problema de cerradura. Le pregunte a mi abuela si la había abierto: la respuesta fue no.
A partir de ese momento veia a la mujer cada vez mas frecuentemente. La presencia que no había reconocido al principio era mi madre. No la reconoci porque a ella siempre la conoci rubia pero yo la veia de cabello castaño oscuro, su cabello natural.
Yo no podia comprender por que muchos quieren ver a sus familiares fallecidos. No es mi caso. Su mirada me aterrorizaba.
A esto se le sumaron mas presencias del plano astral. Asi transcurrieron años en medio de un derrotero de la mano de mi abuela por todo tipo de manosantas y espiritistas. Desde los buenos a los no tan buenos.
Me llevo años comprender que el no haber dado con una persona que me pudiera orientar y ayudar con esto y que crei una desgracia fue una bendición «disfrazada». ¿Por qué? Porque fue lo mejor que pudo mi abuela darme. Era lo que ella sentia a su alcance pero la bendición fue que jamas me llevo a un psiquiatra ni senti miedo a que me encerraran por locura.
Me di cuenta de esto cuando un día una iniciada me dijo: «Esto solo lo puedo hablar con vos porque si lo cuento a mi familia, me encierran» y me dije: «Uia, yo jamas tuve miedo de eso.»
Mi refugio siempre fue estudiar. Mi mente lógica fue mi herramienta para superar los baches energéticos como así también, los rayos de luz aleatorios que me llegaban con certezas en los momentos mas criticos.
Cuando tenía 18 años llego a mi vida una mujer madre de un alumno, que se decia vidente y que proponia terminar con lo que me pasaba con la cercania del espiritu de mi mama. Ella me decia que mi mama queria poseerme. ¿Uds se pueden imaginan lo que es para una joven escuchar eso?! Ella proponia realizar en un día determinado un ritual para «hacer desaparecer» al espiritu de mi mama. Eso no me sonaba nada bien pero ya no sabia que hacer. Me invadio una tristeza infinita, vivia llorando.
Por aquel entonces yo estaba en segundo año de la facultad de Ciencias Veterinarias. Estaba sola sentada en una gran sala preparandome para un examen y de golpe cerre el libro y sabia lo que tenía que hacer: Debia dirigirme a la abadia de San Benito en ese preciso momento. Yo solia reconocer esos «estados» como «actuar como una autómata» porque no veia ni escuchaba nada: Solo SABIA.
Nunca olvidare que llegue ante una puerta de la abadia a las 15.55 Hs y pedi hablar con algún monje. Una señora mayor que aguardaba y me escucho, me dijo: «Querida espere y hable con el abad». Yo estaba tan mal porque la fecha del ritual se acercaba, que solo queria hablar con cualquiera que estuviera alli. Pero la señora insistio y espere.
No pasaron ni diez minutos que la puerta se abrio y ahi me entere para que había sido guiada hasta allí en ese dia: A esa hora atenderia el abad de la orden. Un cura exorcista y sanador que en esa época eran ocultados de la gente porque atraian publico que la iglesia de aquel momento consideraba mala prensa. Se lo habían llevado del pais por ello y era el primer día en que atenderia a su regreso. Y yo estaba alli.
Otra señora que ya lo conocia me dijo: «El padre es muy viejito. Hablele despacio, hable poco y escuche lo que le diga».
Hubiera querido preguntar tanto de toda la trenza de pensamientos que me venian a la cabeza cuando dejaba aflorar mis emociones, pero me atuve al consejo.
Solo les puedo decir que me escucho y dijo una frase: «Rece para que se aleje».
Cuando sali de ahi me envolvio una luz como nunca antes había experimentado. Ella me acompaño durante horas porque la luz cuando ingresa uno pisa este mundo pero no esta en el. (¿Saben que? Asi pienso que deberia vibrar el contacto con un Papa. Era la vibración que emanaba Juan Pablo Segundo. Su actitud pastoral podia reunir, convocar). Yo solo era una chica confundida sin ninguna preparación espiritual que había sido visitada por la Luz Verdadera por primera vez.
Hice como el abad me dijo y ceso la presencia del espiritu de mi madre.
La visita de la Luz Verdadera no volvio a repetirse hasta 22 años después, tiempo en el que trabajando con Ciencias Sagradas de tradición cristiana, pude liberar el alma de mi madre del lugar oscuro donde se encontraba.
Debieron pasar seis años mas para que el umbral de la Luz Verdadera se abriera para no cerrarse.
Como veran, el acceso a la Luz Verdadera puede conquistarse.
Que el Espíritu nos guíe Siempre
Un abrazo desde el Alma
Brinda Mair
Deja una respuesta