Un ciclo kármico abierto es una serie de «vidas» o realidades multidimensionales en que los aprendizajes no se han aprobado y que se repiten con otros «trajes tridimensionales» (otros cuerpos) donde la energía total se conserva.
Por ejemplo: Supongamos que el aprendizaje es la autovaloración y aprender a decir, respetarse uno mismo y actualmente estoy reviviendo, una y otra vez, situaciones que me provocan desvalorización. Puede ser que ese sentimiento me lo haya provocado mi padre en la infancia, luego causalmente, me busco una pareja que lo haga y así puedo repetir la situación eternamente. Esto no solo se da en esta vida, sino en vidas coexistentes en la multidimensionalidad con estos mismos seres, pero con otra apariencia física en ciclos kármicos abiertos.
Por ejemplo: Mi actual pareja que me traiciona, puede ser mi padre allá por el 1800 en una tribu indígena, es mi hijo despótico y yo su madre sufrida en Roma durante la Invasión Bárbara o mi amigo íntimo que me traiciona durante la Primera Guerra Mundial.
Cuando comienzo a ver más allá de la ilusión y me libero amando y comprendiendo más allá de la situación que intenta atraparme; comienzo a amarme y a cuidarme a mí mismo, mejoro y cancelo las frecuencias de la multidimensionalidad que me están perjudicando en el presente de este espacio-tiempo que es mi vida.
¿De qué otra forma nos pueden afectar los ciclos kármicos abiertos?
Esos ciclos kármicos abiertos son los que pueden provocarnos el reaccionar en forma desmedida ante una determinada situación. Nos desconocemos a nosotros mismos. Es como si relación entre causa y efecto estuviesen desproporcionadas.
Por ejemplo: Un jefe le dice en apariencia correctamente a su empleado que no ha entregado un trabajo a término. Si la persona está centrada, simplemente da su explicación y se pone a completar el trabajo. Si la situación se encuentra enmarcada en un ciclo kármico abierto, la respuesta será descomedida. Una posibilidad sería que la persona sienta un malestar físico, al tener que hablar a su jefe sin justificación alguna, porque este siempre ha sido amable. Le duele el estómago, se le hace un nudo en la garganta, no puede hablar y hasta se puede poner a llorar o bien -todo lo contrario- lo ataca sin razón. Sea como fuere, la reacción manifestada a esa acción es desproporcionada, excesiva. La energía de la multidimensionalidad del otro lado del tiempo es lo que provoca en el hoy la reacción desmedida entre causa-efecto.
Es algo muy común en relaciones de pareja celosas, el miedo a la traición, amores no correspondidos, etc, porque estos miedos tienen un alto componente multidimensional.
#BrindaMair
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