«Mi rottweiler y yo» es el nombre del libro que entre risas prometia escribir a mi amado perro Max cada vez que ocurria algo singular en nuestro viaje espiritual de un perro y su ama. No escribi el libro pero ahora he escrito su prologo.
Has vivido alguna vez la gracia de tener a un animal domestico amado? Yo si. Me crie rodeada de animales. A tal punto que crei que mi carrera era la veterinaria.
El animal domestico amado es parte de la familia, o bien el y su dueño solos, forman una familia. Son capaces de dar tanto amor como los seres humanos no pueden muchas veces dar. Los animales pueden ayudar a modelar el espiritu humano enseñandonos a amar y el autogobierno. Se convierten asi en ángeles físicos capaces de inmolarse como buenos crisoles en una entrega total de amor por su amo.
Les contare una historia.
Hace años cuando mi cambio interior comenzo realice un trabajo espiritual de 40 dias. Para quien no lo sepa, los trabajos basados en el numero 40 atraen la presencia de Dios y una respuesta importante para la persona y su crecimiento espiritual.
Han pasado mas de 30 años y recuerdo esa noche de la vispera de Todos los Santos, como si fuera hoy. Se habían cumplido los cuarenta días de tecnica y tuve un sueño psíquico distribuido en cinco partes con mucho contenido de profecía personal. Me dormia soñaba, me despertaba nuevamente y escribia aquello que recibia.
Nunca olvidare al primero de esos sueños. Como otras veces que los tengo, siempre me acompaña un niño que me explica lo que presencio. No le veo su cara pero escucho su voz y veo sus manos y sus pies.
Camine con este niño hasta llegar a un claro del bosque. Alli se encontraba una construcción similar a un obelisco que pudiera haber sido creado por el propio Gaudi con agujeros irregulares de formas redondeadas. Cuando me acerque dos perros negros muy grandes y temibles salieron de su interior a través de esos agujeros. Se arrojaron hacia mi pero los detuvo la gruesa cadena a la que estaban atados.
El niño que me acompañaba dijo: «Son chacales. Ellos son tus miedos. Tienes que trabajar con ellos.»
Pasaron muchos años. A mi ex marido le gustaban los rottweiler. Yo me estaba convirtiendo sin poder frenarlo, en su crisol. Antes que fuera irreversible tenía que darle a su niño interior algo que desviase la energía que canalizaba hacia mi. Asi que le regale una perra y al mismo tiempo, me regale un pararrayos.
Siempre escucho los nombres de personas y otros seres. Los animales tienen nombre espiritual que puede ser utilizado para llamarlos. Su nombre era Dilaila. Desde muy cachorra siempre fue muy agresiva conmigo. Pedia mimos y en tanto se los hacia se iba ubicando en una posición de ataque, dispuesta a saltarme a la yugular mientras los ojos se le iban poniendo blancos… Llegó el punto de no darle ningún hueso porque cuando lo tenía se me acercaba sigilosa y abandonaba su hueso cerca de mi pie y cuando me movia me gruñia y tiraba el tarascon… Nunca había temido a un perro pero Dilaila -bien traicionera como Dalila la mujer de Sanson (excelentemente puesto el nombre!)- fue la excepción a la regla.
Tome la decisión de que si la perra no se encarrilaba se tendria que ir de la casa (¡grave! me quedaria sin pararrayos!). Para intentar resolver la situación contrate a un adiestrador de perros. Iba lenta la cosa… un perro de la calle aprenderia mas rápido!
Al tiempo, durante una visita al veterinario, vi un aviso de una familia que vendia cachorros rottweiler y tuve la inspiración de comprar uno para mi. Cuando el adiestrador vino a dar la clase y vio que en lugar de un rottweiler había dos, me dijo: «Señora, esto no se hace sin consultar al profesional», porque lo visible era que si no manejaba a un perro menos lo haría con dos de la misma raza. Pero asi funciona la inspiracion…
Con esa decision, comenzo una de las experiencias mas significativas de mi vida. Hay gente que suele decir que su pareja u otra relación fue su maestro. Pues mis maestros fueron estos rottweiler porque su contacto me llevo a explorar mi interior de una forma como nunca había hecho porque ellos eran los chacales de la profecía que tenía que aprender a dominar: Los había sacado de mi interior y los había vivificado. Y como solia repetir el adiestrador cuando decia: «Yo no adiestro al perro: adiestro al dueño», concluyo: Me adiestro.
Compre un macho. Mi perro Max, creciótanto como su padre que parecia un oso pardo con su cabezota gigante y sus ojos de buenazo.
Como no era nada agresivo. La perra fue copiando su conducta. Aunque no sea fácil de creer los rottweiler son muy sensitivos. Debemos saber que cuando son agresivos es porque sienten el miedo de los otros -aquellos que les temen- y no saben manejarlo. Es la razón por la que atacan, tanto eso, como por conflictos de territorialidad (*).
Reconocian la energía de la luz y de la oscuridad. Se dormian profundamente con la primera y con la segunda me rodeaban protegiendome.
Durante nuestros paseos se evidencio que son capaces de capturar las miradas de todo aquel que le teme y las desviaban de mi como si fueran mis pararrayos (lo eran). La energía negativa que capturaba su color negro se la quitaban lamiendose todas las noches como si fueran gatos gigantes.
Aprendimos a manejar juntos tanto el amor como el miedo y los rottweiler aprendieron a responderme tan solo con un ademan o una mirada.
Me enseñaron el autogobierno de una energía que no habría podido resolver nunca y que ellos manifestaban. Siento mucha gratitud hacia el Universo por haberlos traido a mi vida!
Ahora bien. Aunque no lo crean esta no es una historia de perros… Este solo fue el prologo.
Hoy ellos no estan junto a mi fisicamente pero han dejado tantas enseñanzas aun con su muerte, que es ella la que cuenta una historia del Día de los Muertos.
Brinda Mair
(*) Amo a los rottweiller pero pecaria por omision si no aclarara que jamas tendria un rottweiler en una casa con chicos. En mi opinion no creo que ataquen al niño por más que les hiciera daño pero si podrían hacerlo con cualquier otro que realizara una acción jugando que el perro reconociera como ataque a su amo. Yo no correria el riesgo pero es sólo una opinion personal.
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