El amor humano es una fuerza poderosa capaz de canalizar las emociones humanas. Su fuerza es arrolladora: Nada se interpone en su camino.
La energía del amor es el motor necesario para poner en marcha todos los procesos de la vida. Su energía es vigorosa y el resultado de su accionar puede ser constructivo o destructivo.
¿De donde surge ese vigor? Pues de la propia raiz desde donde el Amor se genera: la Bondad Divina. La Bondad es uno de los frutos del Espíritu Santo.
Su sede en el Arbol de la Vida es la sefira Jesed. Ella recibe la Bondad que Dios derrama sobre Su Creación en forma permanente y es por ello que siempre es posible encontrar amor y bondad en el mundo cuando uno esta dispuesto a canalizar su energía. El como la canalices provocara que el amor te conduzca hacia las mas excelsas alturas o que caigas en las profundidades abismales.
Ahora bien ¿A que elegiras como objeto de tu amor? ¿Sera el amor a ti mismo? ¿amaras a otro ser humano al cual le impondras los estandares de tu amor hasta que te des cuenta que lo que amaste no existia más que en tu mente? ¿buscaras el amor ideal? No importa lo que elijas. Lo que debes recordar es que para que el amor no se vuelva destructivo debes ponerlo bajo el control de uno de los dones del Espíritu Santo: El Santo Temor de Dios porque solo temiendo perder la amistad de Dios no te arrojaras ni a ti mismo ni a otros al abismo de la destruccion.
El Rey Salomon hablo del poder del amor en el Cantar de los Cantares: «¡Nada puede apagar las llamas del amor! ¡Nada, ni las inundaciones ni las aguas abundantes del mar podrán ahogarlo! Si alguien tratara de comprarlo con todo cuanto tiene sólo lograria que le despreciaran.» (*1) ¿Por qué? Pues porque el amor no tiene precio.
Deja una respuesta