Santa Catalina de Siena fue una mistica. Se destaco por sus escritos misticos, su devocion, su conocimiento de las almas y su luz en temas espirituales sumados al don de profecía.
Santa Catalina de Siena, nacio en 1347 en Siena. Su nombre era Catalina Benincasa, hija numero 23 de un total de 25 hermanos. Hija de padres virtuosos y piadosos.
Catalina fue favorecida por Dios con gracias extraordinarias desde una corta edad, y tenía un gran amor hacia la oración y hacia las cosas de Dios.
Desde pequeña le ha consagrado su vida. No tuvo una educación formal. Solia pasar gran parte de su tiempo en soledad y oracion, considerando su familia una vida inapropiada para su corta edad.
Sus padres y hermanos trataron de persuadirla hacia la vida matrimonial, y asi comenzaron a frustrar sus devociones. Ellos le dieron varios trabajos duros para distraerla. Santa Catalina sobrellevo todo esto con dulzura y paciencia. El Señor le enseño a lograr otro tipo de soledad en su corazón, donde, entre todas sus ocupaciones, se consideraba siempre a solas con Dios, y donde no podia entrar ninguna tribulacion.
Mas adelante, su padre aprobo finalmente su devoción y todos sus deseos piadosos. A los quince años de edad, asistia generosamente a los pobres, servia a los enfermos y daba consuelo a los afligidos y prisioneros. Ella prosiguio el camino de la humildad, la obediencia y la negación de su propia voluntad. En medio de sus sufrimientos, su constante plegaria era que dichos sufrimientos podian servir para la expiación de sus faltas y la purificación de su corazón.
Intimidad y celebraciones esponsales con Jesús
Como una consagración mas formal a Dios, a los dieciocho años, Santa Catalina recibio el largo habito blanco y negro deseado de la tercera orden de Santo Domingo. Ella fue la primera mujer soltera en ser admitida. A partir de ese momento su celda llego a ser su paraíso, y se ofrecia a si misma en oracion.
En 1366, Santa Catalina experimento lo que ella misma denomino en sus cartas un ‘Matrimonio Mistico’ con Jesús. Cuando estaba orando en su habitacion, se le aparecio una visión de Cristo, acompañado por Su madre y un cortejo celestial. Tomando la mano de Santa Catalina, Nuestra Señora la llevo hasta Cristo, quien le coloco un anillo y la desposo Consigo, manifestando que en ese momento ella estaba sustentada por una fe que podría superar todas las tentaciones. Para Catalina, el anillo estaba siempre visible, aunque era invisible para los demas.
Su servicio al projimo
Luego de tres años de vida solitaria en su hogar, Santa Catalina sintio que el Señor la estaba llamando en ese momento a llevar una vida mas activa. Por lo tanto, comenzo a relacionarse mas con los demas y a servirlos. Dios recompenso su caridad con los pobres a través de varios milagros, a menudo multiplicando viveres en sus manos, y haciendo que ella pudiera llevar todo lo necesario a los pobres, lo cual no hubiera podido lograrlo de otro modo a través de su fortaleza natural. En su ardiente caridad, trabajo intensamente por la conversión de los pecadores, ofreciéndo sus continuas oraciones y ayunos.
Todos sus discursos, acciones y su silencio inducian a los hombres al amor a la virtud, de tal modo a que nadie, de acuerdo al Papa Pio II, que se acercara alguna vez a ella regresaba sin ser una mejor persona. Era capaz de reconciliar a los peores enemigos, mas a través de sus oraciones que de sus palabras.
Sus fervientes seguidores eran testigos de su espiritu de profecía, su conocimiento de las conciencias de los demas y su extraordinaria luz en las cuestiones espirituales.
Una conciliadora para la Iglesia
Uno de los mayores logros de Santa Catalina fue su labor de llevar de vuelta el Papado a Roma a partir de su desplazamiento a Francia. Asimismo, se la llego a reconocer como conciliadora. Comenzo ayudando a resolver varios conflictos familiares, y luego su trabajo se amplio para incluir el establecimiento de la paz en las ciudades estados italianas. Las cartas de Santa Catalina son consideradas como una de las grandes obras de principios de la literatura Toscana. Ella escribió 364, y mas de 300 de ellas se conservan en la actualidad.
Su otra obra magistral es el “Dialogo de la Divina Providencia,” un dialogo entre el alma y Dios, libro que dicto practicamante sin tener instrucción alguna.
Cap. 167, Acción de gracias a la Santísima Trinidad:
“Trinidad Eterna, tu eres un mar profundo, en el cual, cuanto mas busco, mas encuentro. Y cuanto mas encuentro mas busco. Tu nos sacias completamente, pues, en tu abismo, sacias el alma de forma que queda para siempre con hambre de ti. ¿Que podrías darme más que tu mismo? Eres el fuego que siempre quema y nunca se consume. Eres el fuego que consume en tu ardor todo el amor propio del Alma; eres el fuego que elimina todo frio, que ilumina todas las inteligencias y por tu luz, me hiciste conocer la verdad.
Das al ojo humano la luz sobrenatural en gran abundancia y perfeccion, e iluminas la propia luz de la fe. Es en esa fe que mi alma tiene vida. En la luz de la fe adquiero la sabiduría, en la sabiduría de tu Hijo unico, en la luz de la fe, me hago fuerte y constante persevero. En la luz de la fe, espero que no me dejes sucumbir en el camino…”
Bellisimas palabras que alimentan el alma, y conmueven el corazón. Verdadera oda a la Fe.
Abrazos de luz
Brinda Mair
Fuente consultada: De Ateneo Pontificio «Regina Apóstolorum»
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