«Me perdi a mi misma en mi relación de pareja. No logro reconocerme. Yo fui provocando en mi todos los cambios que el me pedia y el no ha hecho ninguno. Me siento deprimida y atrapada en una situación que yo misma fui aceptando para lograr llevar adelante nuestra relación. Anhelaba esa estabilidad que da el saber que se tiene a alguien, pero ya no me es suficiente. ¿Que debo hacer?»
Hay veces que las situaciones de la vida, nos llevan a renunciar a propósitos que marcaban nuestro camino, por una meta que consideramos mayor. Para muchas personas, particularmente mujeres, es una asignatura pendiente grabada desde pequeñas, el casarse o el tener hijos. No importa el grado de evolución ni la libertad economica alcanzada, ni la profesión lograda: pasados los treinta años, esa creencia pesa y muchas veces se esta decidida a todo para lograrlo porque si no lo hace es como si le faltase algo. La pregunta es ¿a que se deberá renunciar?
Siempre hay que renunciar a algo porque si nuestra energía esta ocupada por nuestra profesión al punto de sentirnos casados con ella, deberemos hacer un poco de espacio para dar lugar al «otro».
Pero que pasa si las concesiones solo las hace uno al punto tal de sentir que dejo de ser quien era y ya no se renococe a sí mismo. Este es el caso de quien nos escribe.
Llegados a este punto y para saber que hacer con su vida, debe formularse una pregunta esencial: «¿Asi quiero vivir todo lo que me queda de vida?». Si la respuesta es no, debe hacer algo -y pronto- para cambiarlo (no importa la edad que tenga pero cuanto antes mejor!).
Este tipo de relación que el karma y las creencias han generado, bien puede clasificarse como relación de pareja karmatica. ¿Pero que es en verdad una pareja kármica? La palabra karma es asociada con frecuencia a un aprendizaje negativo, pero en realidad se refiere a un aprendizaje del alma y el etiquetarlo como negativo es sólo una visión circunstancial ¿o cuantas veces algo negativo que nos paso se convirtio en lo mejor que podría habernos ocurrido en nuestra vida porque nos dio la fuerza para actuar y mover las fichas de nuestra vida de una forma que jamas hubiesemos creido posible?
En tu caso, dices que te dejaste modelar «a su gusto». Pues aun el haberte metamorfoseado al deseo de tu pareja para agradarle es un gran aprendizaje para tu alma.
Pues bien, acepta que tu querias conocer como era ese polo de tu personalidad que el supo sacar a la luz. Seguramente, parte de lo que has visto te ha gustado y podrá continuar integrado a tu personalidad pero también has descubierto que fue mas lo que no has querido seguir «siendo tu para el segun su version». Tu Ego/Niño interior no desea mas lecciones de este tipo y reconoce que necesita un cambio que percibe que en el lugar dónde esta, no le es posible alcanzar. Llego tu momento de mutar. Has evolucionado la situación presente y el siguiente paso es el desapego no solo de tu relación de pareja, sino el dejar atras las creencias que te condujeron hasta alli. Te recomiendo que prepares tu energía para dar este paso porque toda separación genera un duelo. Anticipate porque eso le quitara dolor a la carga emocional del momento. Haz esta técnica para duelos y si te cuesta soltar porque hay mas intereses involucrados, pon en práctica la «Técnica para casos desesperados» porque te dará fuerza extra para hacer lo que tu ser te interior pide.
El desapego nos ayuda a comprender y aceptar la necesidad de mutar. Nuestro planeta es un planeta escuela. Siempre nos reunimos a resolver contratos del alma pactados en el período entrevidas. Si aprendemos juntos y seguimos en pareja, esta se puede llegar a convertir en una pareja dharmica o pareja de crecimiento, apuntalandonos el uno al otro.
La Era de Acuario donde la comunicación ha alcanzando un nivel deexpresión nunca antes visto en nuestras sociedades, favorece la reunion de almas compañeras aun en puntos equidistantes del planeta.
Entre tantas, es posible hallar a aquella que tal vez se convierta a través de nuestro trabajo personal, en una pareja dharmica. Hay quienes tienen ese hallazgo en su destino, otros no, pero tanto unos como otros pueden apreciar la gracia que significa nutrir su camino con el encuentro de almas compañeras.
Que el Espíritu nos guíe Siempre
Un abrazo desde el alma
Brinda Mair
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