La seducción es un égregor o habitante del umbral del duodécimo chakra. Es una energía de fuego, envolvente y hasta secante. El seductor genera un campo de fuerza sobre su víctima, tal como una serpiente que hipnotiza a su victima antes de devorarla. La diferencia entre la serpiente y en la seducción entre humanos radica en que el humano puede romper si lo deseara el campo de fuerza, mientras que al animal no le es posible, porque carece de consciencia.
Escucha nuestro podcast La energía de la seducción
Duracion: 69 min
#PodcastBrindaMair
El que la víctima rompa el campo de fuerza dependerá de su Ego emocional, si es seducido, sucumbirá ante el seductor/la seductora. Si no lo fuera, la energía de la seducción le resultara molesta, tal como le ocurre a una hembra que no está en celo cuando un macho desea copularla: lo morderá.
La energía del enamoramiento es como un hechizo: mientras se está bajo su influjo todo es bello, o como se suele decir, todo es color de rosa, hasta que el cristal a través del cual se mira cambia y deja de ser rosa para verse lo que no se vio -o dicho con más claridad-, lo que la seducción con su encantamiento no permitió ver. Esa es la misma energía que tienen los estafadores. Tanto la estafa como la seducción son égregors del duodécimo chakra o «cascada rosada del Cristo». Son distorsiones del amor incondicional que emana dicho chakra de Ascensión.
Hablaremos también sobre la atracción dentro del mismo sexo y entre sexos distintos. La seducción del pastor. La seducción de Sai Baba. La seducción de a dos y el enamoramiento. La seducción unilateral y la víctima. La energía de la seducción como estrategia de venta. Y más…
Un consejo: Si deseas librarte del influjo que te está atrapando, apártate rápido y aléjate sin mirar atrás.
Esto es para que disfrutes el tema del programa y que sirvió como apoyo musical durante el mismo.
CanalizandoLuz con Brinda Mair
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