La estrategia El Perro de Pavlov nos enseña a reconocer las energías que nos gobiernan y como respondemos a ellas voluntaria mente o no.
Nuestra materia y nuestros aprendizajes kármicos “condicionan nuestro olfato”. Gran parte de nuestros mecanismos de respuesta los inducen nuestras programaciones inconscientes, seguidas por nuestros habitos y nuestras costumbres. La energía guía nuestros pasos.
Nuestra evolución nos suele conceder un olfato intuitivo, mas refinado. Sin embargo ello no evitara que de tanto en tanto nos descubramos actuando siguiendo condicionamientos energéticos.
Atraemos lo que nos falta y lo que nos resta aprender, siguiendo al karma personal. Tras la Mascara, descubrimos a dichas energías karmaticas. Y mas tarde cuando se nos revela lo oculto, no comprendemos como fue que caimos en el mismo pozo dos (o mas) veces.
Cuando ello ocurre, simplemente me rio de mi parte perro y me digo: “Guauu, guauu un hueso para este pichicho”.
Lee aquí ejemplos:
- ¿Sera que habra que darse la cabeza contra el muro para finalmente aprender?
- Ataques psíquicos y sanación popular o curanderismo
- La armonica 33 del Tzolkin y la sombra
- Caer dos veces en el mismo pozo es cuestion de perros de Pavlov
- Que pasa cuando la palabra amor suena a frase hecha
- Meditaciones masivas y el instinto de manada
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